jueves, 31 de julio de 2014

Viviendo en Cradock House

No quería irme de vacaciones sin hacer una nueva reseña. Hoy me gustaría hablaros de La hija de la criada, de Barbara Mutch, que fue un boom literario a finales del año pasado.


Barbara Mutch publicó en el año 2012 la novela La hija de la criada. Es una obra literaria de la que se ha hablado mucho porque no ha dejado indiferente a nadie que la haya leído. Llama la atención por la historia que narra y por la forma en que está relatada la historia.

La novela narra la historia de Ada Mabuse, una niña sudafricana de color, hija de la criada de Edward y Cathleen Harrington. La mayor parte de la acción de la novela transcurre en Karoo (Sudáfrica) durante el S. XX, desde 1919 hasta la época del 'Apartheid', aunque la acción principal transcurre en la década de los 40.

La hija de la criada empieza con la llegada de dos vidas a Cradock House (Karoo): por una parte, la novela nos narra el nacimiento de Ada, hija Miriam, criada de Cradock House; por la otra, estamos ante la llegada (en 1919) desde Irlanda de Cathleen para casarse en Karoo con Edward Harrington, su prometido, al que no ve desde hace cinco años. Dos nacimientos en Cradock House. Por una parte, nace una nueva vida y, por la otra, nace una nueva familia. Éste el inicio de unos flashbacks que aparecerán continuamente en toda la novela: la vida narrada en presente por Ada y retazos del viejo diario de Cathleen, que están mostrados en cursiva.

Ada Mabuse y Cathleen Harrington son criada y señora de la casa, respectivamente, pero les une una relación que va más allá de la convencional entre criada y señora. Cathleen ha tenido dos hijos (Philip y Rosemary) con Edward Harrington, pero con Rosemary no tiene la relación que a ella le hubiera gustado tener: son polos opuestos que no se comprenden la una a la otra. A pesar de esto, su madre demuestra a lo largo de la novela, que, a pesar de estas diferencias que hay entre ellas, jamás la dejará sola.

La infancia de Ada en Cradock House es feliz, Cathleen se vuelca en ella, en su educación y en su aprendizaje. Pero hay algo que las une especialmente: su pasión por la música. Cathleen enseña a Ada a tocar el piano y a amar a Chopin con su composición Gotas de lluvia.

Una relación fuerte y duradera, hasta que se trunca por un hecho que hace huir a Ada de Cradock House. Se instala al otro lado del río de Karoo, zona en la que residen los negros. No obstante, Ada sufre el rechazo de su gente por su gran pecado: Dawn, su hija mulata.

Por el hecho de tener una hija mulata, Ada sufre las consecuencias del racismo. Ya lo sufrió de niña por ser de color en medio de la comunidad en la que vivían los blancos. Lo sigue sufriendo en mayor grado cuando es madre de Dawn, sufriendo el rechazo de la comunidad blanca y la comunidad negra: blancos y negros la rechazan por su hija y tiene que buscarse la vida para poder sobrevivir. Cabe destacar que nos hayamos ante los inicios de 'Apartheid', momentos de mucha tensión entre negros y blancos por el racismo y por defender sus derechos.

A pesar del rechazo inicial que sufre Ada por el hecho de ser la madre de Dawn, no se desanima y trata de abrirse camino, hasta el punto de que querer volver con Cathleen a Cradock House. Finalmente, vuelven madre e hija a la casa y se establecen de nuevo allí, con el cariño de Cathleen y la indiferencia de Edward Harrington, que sólo ve en Ada una criada negra y como tal la trata.

La narración es amena, salpicada de palabras sudafricanas (como kaia). El estilo narrativo es sencillo, cercano al lector y atractivo porque consigue que la persona que está leyendo la novela se enganche enseguida a ella. Los flashbacks entre el diario de Cathleen y la historia de Ada, crea una unión entre las dos que nadie podrá separar. Es su forma de comunicarse entre las dos.

El tempo en esta novela es utilizado de manera magistral por la autora, ya que combina momentos de serenidad y momentos de tensión. Los va enlazando de manera natural a medida que avanza la trama de la novela.

Barbara Mutch también nos muestra la maduración de Ada con el nacimiento de su hija Dawn de una manera muy trabajada. En general, se nota que la autora ha creado unos personajes muy trabajados: unos son redondos, porque son evolucionan a lo largo de la novela (Ada, Cathleen, Dawn...); otros, en cambio, son planos, ya que apenas evolucionan (Edward, Rosemary, Miriam...).

La hija de la criada es una novela completa, bien compuesta y con base sólida. Es dura por la historia que narra pero, de esa historia, que tiene un buen fondo. pueden sacarse valores humanos como son la tenacidad, la amistad, la familia, la lealtad...

Es una lectura recomendable para el que quiera ver una historia en primera persona de los inicios del 'Apartheid' vivida en primera persona por una mujer de color con una hija mulata. Espero que la disfrutéis tanto como yo.

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